miércoles, 12 de agosto de 2009

Puños y Lágrimas

La verdad que la terapia de hoy, ni sumo ni restó. Supongo que con el tiempo veré los beneficios de la charla de hoy.
Me siento mejor. Parece que la herida no era de muerte y las cicatrices ya están cerrando. Y lo mejor es que no tuve que usar morfina.
Lo que no me cierra son los granos que han aparecido en todo mi cuerpo. Un sarpullido que no solo me empieza a molestar, sino también a picar.
Supongo que será otra visita al médico, cosa que detesto enormemente, pero intentaré que se pase sola. Quizá con algunos cuidados en las comidas zafe de algo que parece peor.
Lo malo de todo esto, que hoy tengo una reunión importante por un trabajo en un diario y un grano en mi frente capta no solo la atención del que tengo a enfrente, sino también las ganas de largar una carcajada o hacer algún chiste alusivo casualmente con lo que me pasa. Y no estoy de humor.
Como estaré de loco que fui a terapia caminando. Vaya a saber cn que excusa absurda dejé el auto en la puerta de mi casa.
Lo cierto es que al volver, paso por la puerta del Centro donde hago Tai chi. Paso a saludar y dar explicaciones por mi ausencia este último tiempo.
Mi profesor, Víctor, siempre con una sonrisa y una paz que contagia, me invita a su gabinete donde practica entre otras cosas, acupuntura china tradicional (no es verso) y se las ingenia para que vomite todo lo que me estaba pasando.
- Raro en vos esos granos en tu cara
- Si, una cagada
- ¿Sabías que el cuerpo es sabio? De alguna manera el cuerpo te pide que saques todo eso que tenes adentro. El sarpullido es la manera en que se defiende tu cuerpo. Vas a tener que sacarlo, como sea.
- Supongo que debo hacer algo, pero no se ni qué, ni cómo.
- Llorando, gritando, golpeando.
Lo miro asombrado y él se ríe. Minutos después me encontraba pegándole a una bolsa de arena. A los diez minutos la bolsa se aguantó un tipo con mucha rabia, pero a los quince, me había ganado. Me quedé sin fuerzas y fue el momento de llorar. Ahora los puños golpeaban con lágrimas hasta que me abracé a la bolsa y lloré como un niño.
No se cuanto tiempo pasé en esa habitación golpeando, llorando, recordando. Pero cuando me quise acordar, el dolor se había ido.
Y mis recuerdos también.

6 comentarios:

fea dijo...

Y si...
... el cuerpo te pasa factura de todo; te llenas de sarpullidos, se te cae el pelo, adelgazas, se te hacen nudos de todos los colores en la espalda ....
... haaa hablando de eso, tu profesor, tendrá un lugarcito para una alumna más, porque ando necesitando que me hagan algunas de esas torturas...

Lady dijo...

Es bueno descargar, la bronca y la tristeza.

Es una forma de aceptar las cambios, verlos como una oportunidad para crecer y cambiar nosotros también.

Besos

Café (con tostadas) dijo...

una bolsa se arena! esa es buena....




es mucho mejor que descargar la misma furia con el ex ;)

Blonda dijo...

Te aseguro que lo de los granos es tal cual. Segun la interpretacion de mi psicologa: Te brotás, que no es ni mas ni menos eso, expulsar el brote de rabia, bronca, y bla bla.

Si no es eso te agarra una ulcera o te explota una vena, pero el cuerpo siempre se manifiesta.

besotes!!

Pilot dijo...

Elian, me hiciste llorar. Por qué mierda a veces nos sentimos tan mal.
Tu terapeuta tiene mucha razón, yo me curé cuando conocí a mi marido y él se curo cuando me conoció a mí.
Ahora juntos damos pelea a la vida que a veces se comporta muy ingratamente con nosotros, pero el amor hace que la vida sea más maravillosa aún.
Te deseo mucha suerte.

Zoso dijo...

http://berteolate.blogspot.com/

El blog que inspiro a Luis Brandoni a filmar Esperando la Carroza 2 despues de una vasectomia

http://berteolate.blogspot.com/